Ptosis o párpados caídos

¿Qué es?

La ptosis palpebral es la caída del párpado superior. Surge, habitualmente, por una disfunción del músculo elevador, debido a causas degenerativas o congénitas.

¿Por qué se produce?
El envejecimiento es la principal causa de la ptosis. Existen diferentes tipos de ptosis:
  • Ptosis aponeurótica: Es la más común. Se produce porque los tejidos palpebrales envejecen y el músculo elevador se afloja, provocando la caída del párpado
  • Ptosis neurogénica: Es una anomalía que se caracteriza por la falta de estímulo nervioso en el músculo. Suele aparecer en niños (síndrome de Marcus Gunn)
  • Ptosis mecánica: Se produce cuando hay un quiste o tumor en el párpado superior provocando una caída “mecánica”
  • Ptosis miogénica: El músculo elevador del párpado superior no realiza bien su función y no consigue que el párpado esté en su posición normal.
¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la ptosis es quirúrgico. El objetivo de la cirugía es reparar el músculo que eleva del párpado o, si este no funciona y está totalmente inmóvil, utilizar la frente como mecanismo accesorio, buscando un punto de anclaje en el músculo situado sobre las cejas para aprovechar su movilidad.

¿Cómo se puede prevenir?

La ptosis no se puede prevenir pero se puede detectar fácilmente en fases iniciales. Incluso es posible actuar antes de que el campo visual quede afectado y de que el efecto antiestético que provoca sea muy pronunciado. Su corrección previene la tortícolis y dolor cervical, malestares frecuentemente asociados a esta disfunción.

Síntomas
Existen diferentes síntomas asociados a la ptosis:
  • El párpado superior cae y cubre parcial o totalmente el ojo
  • Se reduce el campo visual
  • Necesidad de inclinar la cabeza hacia atrás o incluso levantar el párpado con el dedo para poder ver