Agujeros maculares

¿Qué es?

El agujero macular es la presencia de una apertura en la mácula, que es la zona central de la retina.
Existen dos tipos principales de agujero macular:

  • Agujero macular idiopático: también llamado senil por su relación con la edad del paciente, puesto que puede aparecer aproximadamente a partir de los 57 años.
  • Agujero macular miópico: ocurre en pacientes con alta miopía. Tiende a aparecer a una edad más temprana y pueden producir desprendimiento de retina.
Síntomas
Los síntomas del agujero macular son parecidos a los de la DMAE. El paciente puede sentir:
  • Pérdida de la visión central: el paciente nota una borrosidad solamente en el campo central de la visión
  • Deformación de las imágenes: las líneas se ven torcidas
  • Escotoma: falta de visión o ceguera justo en el campo central de la visión

El paciente puede no darse cuenta de que tiene un agujero macular en un ojo a no ser que se tape el ojo sano y note que la visión de su ojo afectado ha disminuido. Por este motivo, taparse primero un ojo y después es el otro es una prueba sencilla que puede ser eficaz para detectar el problema.

¿Por qué se produce?

El agujero macular se produce a causa de una tracción del vítreo (sustancia gelatinosa que ocupa el 80% del contenido del globo ocular). Este, al contraerse, tira el centro de la retina hacia delante hasta producir un agujero en la zona correspondiente al centro de la visión.
Una vez que se desarrolla un agujero macular, la posibilidad de que se cierre espontáneamente es muy pequeña.

¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento del agujero macular es quirúrgico. La cirugía consiste en eliminar la capa más superficial de la retina (membrana limitante interna), que ha producido la tracción y la rotura en la mácula. Una vez se ha extraído la membrana, se introduce gas dentro de la cavidad del globo ocular y se posiciona al paciente con la cabeza boca abajo para que la burbuja de gas comprima la mácula y el agujero se cierre.

Si la cirugía se realiza en los primeros estadios de la enfermedad, suele tener muy buenos resultados funcionales y una recuperación de la visión que puede llegar a ser del 100% en algunos pacientes. Para ello es muy importante realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad y una cirugía temprana para conseguir recuperar la agudeza visual. 

Los agujeros maculares miópicos (en pacientes con alta miopía) suelen tener un peor pronóstico, pese a lo cual estos pacientes también pueden recuperar notablemente la visión. Este tipo de agujeros no se cierran tan bien y pueden producir desprendimiento de retina. El desprendimiento de retina por agujero macular se puede tratar con la técnica de indentación macular asociada a la cirugía de vitrectomía, que consiste en colocar una pieza de silicona en la parte lateral posterior del globo ocular para que la retina desprendida vuelva a colocarse en su lugar.

¿Cuáles son los riesgos?

Algunos de los posibles riesgos son sangrado postoperatorio, desprendimiento de retina, aumento de la presión ocular en el postoperatorio, catarata o infección.

¿Cómo se puede prevenir?

Los controles oftalmológicos regulares permiten detectar lesiones en la retina que, de lo contrario, podrían pasar desapercibidas. Por este motivo, es importante que la población de riesgo se someta a revisiones oftalmológicas completas como mínimo una vez al año.