Cirugía pterigion con autoinjerto conjuntival

Cuando el pterigion produce molestias al paciente o aumenta de tamaño hasta acercarse o ocupar la zona pupilar, provocando un astigmatismo o impidiendo la visión, es necesaria una cirugía.

Para realizarse la cirugía es necesaria una exploración oftalmológica completa.

Después de la cirugía se coloca un parche, que se retira en las siguientes 24 horas. El ojo estará rojo, tardará unas pocas semanas en recuperarse.

Durante la intervención, se utiliza anestesia local. El ojo es abierto con un separador. Se coloca bajo un microscopio y se pide al paciente que dirija la visión hacia un punto determinado. Al paciente se le portege con un campo estéril, pero podrá respirar y hablar normalmente. El autoinjerto significa que una pequeña porción de su conjutiva será colocada en el sitio en donde se realiza la escisión del pterigión. Se colocarán suturas absorbibles o se utilizaran adhesivos tisulares (pegamentos biológicos) para evitar el uso de suturas.

Como toda cirugía no está libre de complicaciones, tales como infección (0,05%), la pérdida de transparencia de la zona intervenida, el adelgazamiento de la córnea, un granuloma a cuerpo extraño, cicatriz conjuntival hipertrófica, etc.

Existe la posibilidad de que el pterigion reaparezca (recidivar) en un porcentaje aproximado de 10% si está muy evolucionado, pudiendo incluso hacerlo con mayor agresividad si la operación no es bien realizada. Cuando el pterigion no invade el eje visual, las posibilidades quirúrgicas de éxito inmediato son muy elevadas (superiores al 95%).

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